viernes, 22 de julio de 2011
Adulterio
Las historias plantean preguntas difíciles con gran honestidad acerca de la vida matrimonial, la decepción y los diferentes tipos de engaño que pueden ocurrir en un matrimonio, antes de cualquier traición. El amor no significa necesariamente la paz, la honestidad y el bienestar. El amor no hace feliz.
En
estas historias, en particular, todos los diferentes tipos de amor se
ven frustrados, el amor entre marido y mujer, el amor entre amantes, el
amor entre amigos del mismo sexo, el amor entre padres e hijos, el amor
carnal, al mismo tiempo nace del amor reducido a la compasión, el amor que lleva al engaño, el amor que conduce a la violencia.
Jack
y Terry. Hank y Edith. Son matrimonios y mejores amigos con elementos
en común. Jack y Hank son profesores universitarios, Terry y Edith son
amas de casa y Jack y Edith se aman en secreto.
Basada
en dos cuentos cortos de Andre Dubus y dirigida por John Curran, la
película se centra en los sentimientos que se cruzan entre dos
matrimonios y los problemas que surgen entre los cuatro a causa de la
infidelidad y la traición.
La vida en pareja difiere de las otras relaciones. Cuando dos
personas del mismo sexo o no, conviven comprometidas en una relación
duradera se crean expectativas mutuas.
Jack,
el vaquero que recorre en bicicleta a sus mujeres, el egoísta Hank en
la “piel” de un escritor, Edith en una burbuja y Terry en otra de vino. Sólo el futuro de los chicos permanece cerca de la orilla, es probable que caigan a causa de los vaivenes de sus padres.
Los cuatro se están hundiendo, día tras día, en una especie de apatía a
la pasividad parece ser la única solución a una muerte dulce de la
conciencia.
Todos parecen tener sus propias razones. Como marionetas que se mueven en un universo pequeño, sin sentido, pero nadie en este desaguisado está sin culpa. Con un gusto por las imágenes en un lugar oscuro casi claustrofóbico y espacios dispersos.
Todos parecen tener sus propias razones. Como marionetas que se mueven en un universo pequeño, sin sentido, pero nadie en este desaguisado está sin culpa. Con un gusto por las imágenes en un lugar oscuro casi claustrofóbico y espacios dispersos.
La
mirada es inestable, engañosa, incapaz de salir de la ambigüedad de las
relaciones. Durante los 101 minutos, los rostros se superponen y se
mezclan como si fueran piezas intercambiables. Cuando se produce un
conflicto, lo más a menudo, debido a la falta de comunicación, tienden a
culparse unos a otros en lugar de considerarlo como un problema que
puede resolverse.
En
este drama se juega todo el tiempo con una sensación de inmoralidad que
en definitiva parece estar mas instalado en la sociedad de lo que
habitualmente se cree.
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