We
don't live here anymore
We
don´t live here anymore del
director Jonh Curran es un drama
que pone en juego la vida de dos matrimonios con sus hijos. Es una
película que muestra lo que tantas veces vemos en la vida real, la infidelidad;
pero aquí de una manera muy particular, ya que son dos parejas amigas que se
cruzan entre sí.
Los esposos trabajan juntos en la universidad de
una pequeña ciudad. Jack Linden (Mark Ruffalo), y Hank Evans (Peter Krause), tienen
una amistad que en un principio parece normal, ya que comparten sus problemas
personales, salen a correr, y toman un trago juntos después del trabajo. Por el
otro lado tenemos a Terry (Laura Dern) la esposa de Jack, que es la mejor amiga
de Edith (Naomi Watts), la mujer de
Hank. Debido a la amistad que existe entre los cuatro, constantemente se reúnen
en las noches, para compartir cenas, copas de vino en demasía y música
interminable.
Hank es un escritor egocéntrico,
que a pesar de que ama a su hija y a Edith no sabe como demostrarlo y además le
resulta muy complicado ser fiel. Jack y Terry, como le pasa a muchas familias,
deben velar por el sustento de sus pequeños hijos y muchas veces los problemas
económicos producen discusiones en la pareja.
La historia muestra el lado
más oscuro de la infidelidad, la crueldad de la mentira, la complicidad, el
engaño en las narices, el poder de los deseos carnales por encima de la
familia. Es así como Jack y Edith logran romper con el equilibrio de cada uno
de los matrimonios y muchas veces hacen que el espectador sienta que está
frente a un intercambio de parejas conocido en inglés como swingers, el cual se da con el consentimiento de ambos.
Jonh Curran muestra en este
filme como la felicidad al igual que la mentira es muy difícil simularla y
tarde o temprano se descubre la verdad. Pero es muy interesante ver como el
director no es la primera vez que en una de sus películas recurre al recurso de
la infidelidad, ya que, también lo hizo
con la película The Painted Veil, que se estrenó en los
Estados Unidos en el año 2006. Curiosamente también repite su protagonista Naomi
Watts.
En ambas películas y
en la vida real la infidelidad se vive como la peor traición de pareja. Las
relaciones extramaritales pueden ser producto de crisis o problemas en el dúo,
sin embargo, el engaño no solo se trata de un evento sexual, sino que por lo
general él o ella busca en el tercero aspectos físicos, intelectuales,
emocionales, de atención, económicos, entre otros.
Por otro lado, el tema
de la traición surge porque desde que nacemos la sociedad nos educa para pensar
que la monogamia es el tipo de relación en la que debemos vivir y por lo tanto
hay muchos argumentos de la educación que así lo determinan. Los factores se
conformar por la moral, los valores, las costumbres, las normas y formas de
comportamiento que indican a los individuos constantemente qué es lo correcto y
qué no.
Otro de los aspectos
importantes a destacar de todos los protagonistas de ambas películas, es que
todos son infelices de una u otra manera y tratan de escapar de la realidad, manteniendo
en secreto una relación con su amante porque supuestamente obtienen lo que les
hace falta en casa. Sin embargo, tarde o temprano la historia oculta sale a
relucir, un engaño no se puede ocultar toda la vida, los seres humanos no son
perfectos y en cualquier momento deben enfrentar las consecuencias de sus actos
como sucede en las producciones de Curran.
Cuando se descubre la
verdad, ahí conocemos una de las facetas del individuo, la capacidad de
perdonar; pero en muchas ocasiones ese perdón no sucede, se da el divorcio de
muchas familias y el sufrimiento de los hijos que ven como se les cae a pedazos
el hogar que en algún momento tuvieron. Sin embargo hay parejas que se
perdonan, aceptan sus errores, se dan cuenta que ante un fracaso la culpa es de
los dos y comienzan a construir de nuevo un mundo lleno de sueños y esperanzas
juntos.
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