viernes, 6 de agosto de 2010

Recoleta esa bella joya de Buenos Aires que deambula entre la riqueza y la pobreza.



Por Ezequiel Padin

¿Que ocurre cuando uno decide salir de paseo por la ciudad, y ver el encanto que la misma nos puede brindar?
Recorriendo el barrio de Recoleta, más precisamente por la Av. Alvear, uno puede ver muchas cosas, que van desde palacios lujosos con su rica historia de familias que habitaron en la época de la colonia y la modernidad, representada en edificios altos, con grandes ventanales, que permiten la entrada de luz de un día soleado y la luz de la ciudad en la noche; también la mirada de aquellos transeúntes que deciden levantar la vista para ver esas majestuosas edificaciones. Sería difícil guardar en nuestra retina la cantidad de negocios que engalanan con su presencia la avenida. Allí podemos encontrar diversas marcas, reconocidas a nivel mundial, como Luis Vuitton, joyería Santarelli, etc. Distinguiendo aun más la zona encontramos el prestigioso y preferido por el turismo internacional, Alvear Palace Hotel.
Esta parte de la capital con lujos , dinero, palacios con rica historia, zona de las principales embajadas, tiene una sociedad que pareciera que no ve mas allá de sus límites, donde existe gente que tiene, hambre, necesidades, sin futuro, educación, enfermedades , etc.
Separándome de esta descripción del barrio, me referiré a los cambios que se han producido con el correr del tiempo, asociando a lo que anteriormente destaque, en la Recoleta ya no solo se ven “ricachones también se juntan los personajes que ya son habitúes de la ciudad entera que duermen en la calle, plazas, tapándose con diarios, o con cualquier cosas que encuentran en la calle para poder pasar las frías noches que nos regala el invierno.
Así como también se pueden ver las personas que trabajan en el barrio, pero no precisamente dentro de un local, oficina, taxi o colectivo, sino en la calle tratando de encontrar en cualquier lugar una changa para poder subsistir.
De este estilo de trabajo, en Recoleta se pueden ver, los llamados limpiavidrios que esperan desiosos cada semáforo para poder juntar una moneda para llevar algo a sus casas para comer y vivir.
También se pueden ver los famosos cartoneros que luego de la crisis del 2001 salieron a las calles en búsqueda de cosas que la gente desecha y que ellos pueden recolectar y luego reciclar, papeles, cartones, plásticos y así mediante este proceso poder conseguir el tan preciado dinero que les permite vivir en la sociedad actual.
Con todo lo contado, se puede observar la eterna relación que tiene el dinero con la pobreza y esta queda plasmada perfectamente en lo que vi en este paseo, donde cualquiera se puede parar frente a una vidriera y en la esquina ver a personas buscando lo que tiramos, para poder “mantenerse” en la Argentina.
Recoleta, barrio donde uno ve la diversidad de la sociedad, que conviven en las calles de esta Capital Federal, ciudad que nos regala su belleza diariamente, así como también nos abre los ojos y nos deja ver que no todo es lujo y dinero.

1 comentario:

  1. Te digo que hoy en día es terrible la división entre la pobreza y la riqueza en la capital argentina y muchas veces se ve reflejado en barrios como Recoleta. Igualemnte no deja de ser un atractivo increible para los turistas y con muchas cosas para hacer. El año pasado viajé y me hospedé en el Aspen Suites buenos aires cerca de ahí y no tuve ningún problema. Hay que saber cómo manejarse.
    Saludos
    Mel

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