jueves, 25 de febrero de 2010

CRASH

Una de las mejores noches de verano donde el calor no es tan sofocante, y el aire que circula no es caliente, corre una pequeña brisa que alivia, tengo en mis manos una película que hace un mes atrás estaba en cartelera, pero lo que esta por cable me llama la atención y dejo en el olvido el primer plan.

Están dando una película de Paul Haggis, anteriormente conocido como el guionista de la exitosa “Millon Dollar Baby” nos trae su opera prima “Crash”, una película que responde a esta problemática con una historia coral, fuerte y bien sostenida que nos hace reflexionar acerca de nosotros mismos, como seres humanos, y como sociedad.

“En una ciudad normal, la gente te roza, te golpea al caminar. En Los Ángeles, nadie toca… creo que extrañamos tanto el tocarnos que chocamos contra el otro para sentir algo”, susurra a su compañera un detective, el primer personaje que entra en escena. La frase enmarca el contenido de la película desde el principio, creo que con estas palabras, no hace falta llegar al final para determinar de qué se trata. Un marco invisible que desde un principio condiciona a prestar atención a cada escena de choque, de discusión, de desencuentros. Un accidente automovilístico en el que una mujer oriental se estrella contra el auto de otra a quien despectivamente llama “mejicana”. Si bien este personaje no puede pronunciar correctamente el idioma y dice que no pudo “flenar”, enseguida se coloca en una posición racista y acusa a la otra víctima, quien retruca corrigiéndola y con orgullo dice ser “portorriqueña”. Aquí presenciamos el primer “crash”, no solo físico en el que se ven involucrados dos autos. Este choque es social en realidad, en donde la discriminación aparece como protagonista de la discusión.

El film mantiene presente esta temática a lo largo de la hora y pico que dura. La cantidad de personajes es variada y todos ellos se vuelven fácilmente reconocibles como una cara de la sociedad, muy marcada y muy expuesta, dejando que el espectador lo analice y lo tome de manera rápida y simple, dando espacio a lo que este film realmente esta tratando.
Un hombre con rasgos iraníes es discriminado en una armería. Este mismo personaje va a tratar de “estafador” a un cerrajero portorriqueño, quien aconsejaba comprar una puerta. Más tarde un ataque racista en su local lo hace entrar en un estado de cólera, su ira se ve dirigida a aquel personaje que reparó la cerradura de su local, con quien discutió por no entender el idioma. Sin siquiera pensar que podría simplemente haber sido cualquier grupo de personas racistas. Las secuencias de escenas se repiten una y otra vez en la discriminación como tema central. Esta película no solo deja en claro el marco social en el que viven los estadounidenses. Más allá de la brutalidad de las escenas, es fácil encontrar similitudes con la vida cotidiana de nuestra ciudad.
La incapacidad de convivir queda expuesta en las distintas sociedades que habitan el planeta. Guerras, pobreza, e injusticia social son desencadenantes propios de la intolerancia y la falta de solidaridad que cada uno de nosotros lleva dentro. Esto es lo que nos hace “chocar” a diario con el otro, diferente e indiferente a la vez. Es posible así que mientras nos relacionamos juzguemos y seamos juzgados. Y dependiendo quién, como y cuándo lo mire seamos más blancos, negros, buenos o malos.
Finalmente no caben dudas sobre el talento de Haggis para exponer la tesis de sus películas de una manera clara y fácil de entender, y al mismo tiempo, mantenernos atrapados a lo largo de todo el largometraje, sin subestimar a sus espectadores ni un segundo. Las actuaciones están muy bien logradas, cada uno de los actores realmente vive la piel de su personaje, y muchas veces nos encontraremos pasando del amor al odio con cada uno de ellos de una manera tan fluida que parecerá casi automático. Mas allá de todo aspecto técnico, creo que la razón por la cual esta película despertó un gran interés, ganando incontables premios y nominaciones a los Oscar (incluyendo mejor guión, mejor dirección y mejor película) es el mensaje que nos imparte, un mensaje que nos llega a todos y del que todos podemos tomar algo. “Todos somos héroes, todos somos villanos, todos tenemos miedo, todos somos valientes, todo depende de la situación en la que nos encontremos”.

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