sábado, 4 de julio de 2009

¿Que Miran los Chicos de Hoy?

Recuerdo hace algunos años, yo tenía 12 más o menos, y esperaba cada día que sean las seis de la tarde para ver a “Chiquititas”. Una serie de Cris Morena en la que había un grupo de chicos huérfanos, viviendo todos juntos en un hogar hermoso. Para esa época, yo y mis amigas (por no decir todos los chicos de esa edad), queríamos ser como ellos. Poco después, habrá sido en el 2003, llegó un reemplazo para “Chiquititas”, y nuevamente Cris Morena, lanzaba al aire una nueva novela de jóvenes: “Rebelde Way”. Yo ya un poco más grande, con 16 años, comencé a mirar de reojo estos tipos de programas. En este caso, la trama se centraba en una escuela (de clase altísima, claro), imposible para cualquiera. En una charla, una profesora de secundario nos dijo, casi literalmente: "¿Cómo puede ser que nos muestren esa escuela, tan imposible de hallar en la realidad? ¡Sólo contribuyen a crear resentimiento! ¿Acaso han visto que todos los chicos se visten a la última moda, se comportan como adultos, cada cual con su celular...? ¡Sí! Cada cual con su celular..." Y remarcó la palabra celular una cierta cantidad de veces. Debo advertir que como profesora era buena, mas no como profeta. No pasó mucho tiempo de que dijera eso que comenzó lo que se llama el boom de los celulares. Hoy en día hasta hay chicos de 7 años que tienen uno; de hecho a mi prima de 8, ya se lo regalaron para el cumpleaños. Actualizándonos un poco, los adolescentes del 2009 (y los no tanto) se obsesionan con programas de televisión como “Casi Ángeles”. Por supuesto, también de la producción de Cris Morena. Un día de estos por alguna casualidad, el zapping me condujo a Telefé en el horario de “Casi Ángeles”, fue entonces cuando decidí ponerme a mirar y estar más alerta acerca de lo que ven los chicos de hoy. Este programa es lo más visto entre los adolescentes, y es por ello que cabe analizarlo como objeto. Es una ficción que cuenta una historia que puede resultar similar en algunos aspectos a producciones anteriores de Cris Morena pero que supo marcar la diferencia. En primera instancia, sin intenciones de establecer una crítica destructiva hacia el programa, cabe destacar que no son los protagonistas de esta serie quienes “inventan a los adolescentes”. Por el contrario, es esta una ficción más, que lo que busca es rating (como todo programa de televisión), y atrapar con su trama a todos los jóvenes. Por cierto, debemos rescatar que siendo este su objetivo, la misión está cumplida. En otro aspecto, es positivo por un lado, que se tomen temas que quizás muchos jóvenes, no tienen demasiado trato en su círculo familiar. Por ejemplo, sensaciones como la amistad, el primer novio, el compañerismo, la primera vez. Son asuntos que, en un principio, son “cuidados” por la producción. Pero a su vez, aquí se habla en exceso de cuestiones relacionadas al sexo. Así, decimos que el programa tiene demasiada carga sexual para el horario en que se transmite y para el público que se destina. Los protagonistas (chicos de entre 14 y 22 años), se la pasan hablando del sexo opuesto, y expresiones como “touch and go”, “estar con alguien”, son muy comunes en su lenguaje. Demasiado comunes, no sólo en “Casi Ángeles”, sino también en otros programas que ven a diario niños muy pequeños. La serie se logró meter en el corazón de los adolescentes, por el simple hecho de que ellos la entienden, y se sienten muy identificados con algunas cosas que les pasan y que sienten sus protagonistas. Pero a no desesperarse: “Casi Ángeles”, que para algunos podría llevar el rótulo de “basada en hechos reales”, no deja de ser una ficción que busca entretener y cautivar a los chicos de hoy.

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