viernes, 23 de julio de 2010

Contraposición de culturas

Domingo a la tarde, llegó el esperado día, estoy parada en la puerta del Luna Park con mi entrada en la mano, apenas entro veo una espectacular puesta en escena, comienza el espectáculo y enseguida me doy cuenta que nunca había visto nada igual. El circo imperial de china con su obra “Piratas” me mostró destreza, acrobacia, malabares y más de 60 artistas en escena.

Cuando finalizó el espectáculo, me puse a pensar qué sabía sobre la cultura y el arte oriental y me di cuenta que muy poco; lo único que me venía a la mente era la muralla china, la película “El último Samurai”, las artes marciales y el té. Entonces noté que en realidad no sabía bien si todo eso era chino o japonés, o una mezcla de las dos cosas.

Los artistas de la obra “Piratas” tienen entre 10 y 35 años aproximadamente, desde que nacieron aprendieron las costumbres del circo. En argentina no es usual que los chicos practiquen circo desde pequeños, solo en el caso que toda la familia esté relacionada al mismo ámbito y como se dijo anteriormente se pase de generación en generación.

Una de las prácticas más adoptadas por el pueblo chino es el Tai-Chi-Chuan, todas las mañanas la realizan en las plazas o en el jardín de sus hogares. Esta es una gimnasia tradicional en la que se enfrentan a un adversario imaginario. Este conjunto de movimientos pausados proporciona elasticidad al cuerpo y ejercita la meditación.

Por ese motivo los artistas de la función “Piratas” son tan elásticos, porque se entrenan de pequeños. En la obra podemos darnos cuenta a siempre vista la destreza de esos artistas, se doblan como si no existieran huesos en su cuerpo. El contorsionismo para ellos es como el fútbol para los argentinos, casi no existe un hombre en nuestro país que no haya jugado alguna vez al fútbol. Es algo tradicional que te enseñan de chico en la escuela. Al igual que el Tai-Chi en china.

La tradición circense china tiene sus orígenes hace más de dos mil años. Artistas chinos, acróbatas y contorsionistas se reconocen claramente en artefactos antiguos ya en las dinastías Qin y Han (221 aC - 220 dC).

La mayoría de las compañías de circo se formaron a lo largo de líneas familiares y las habilidades desarrolladas y las rutinas que hacían se realizan hoy en día.

Otras de las particularidades de esta cultura milenaria es que practican artes marciales desde muy pequeños. Ésta es una forma de defensa personal que se originó en Okinawa, Japón hace varios siglos. Para realizarla no utilizan ningún tipo de arma sólo se usa el cuerpo. La obra Piratas se desarrolla en los siete mares del mundo que en el siglo pasado fueron invadidos por peligrosos barcos piratas. A lo largo de los diferentes actos los artistas van realizando diversas artes marciales sin ningún arma, las técnicas que utilizan son la concentración y movimientos especiales.

Si pensamos en piratas lo primero que creemos es que son personas altas, de contextura física grande, no nos imaginamos chinos. Pero la piratería china existe desde antes del mil ochocientos Ching Shih es conocida como la reina de los piratas chinos, ella que tomó a su cargo la flota de su marido después de que éste resultase muerto.

Además como se muestra en la obra “Piratas” los chinos siempre acecharon las naves enviadas por el emperador de Japón.

El circo imperial chino con su trabajo “Piratas” nuestra las costumbres chinas a través de la destreza, acrobacia y artes marciales. La obra permitió a los espectadores conocer un poco más sobre su cultura y de esa forma permitir a los argentino interesarse más en ella.

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