jueves, 1 de julio de 2010

¿Qué harás cuando te jubiles?

About Schmit es una película tremendamente reflexiva sobre el ocaso de la vida, momento propicio para analizar y hacer un balance sobre qué se ha hecho en la misma respecto al ámbito profesional y a la cosecha afectiva que viene de la mano de las amistades que se han ido forjando en el aspecto social. Etapa para examinar cómo ha sido el matrimonio: la relación sentimental y amorosa con la pareja de toda la vida y las enseñanzas dispensadas a los hijos (como personas que reflejan las frustraciones, ansiedades y expectativas de los padres). Y por qué no un momento ideal para darse cuenta de cuánto acervo espiritual se ha ido acumulando, pudiendo tomar distancia del típico balance económico que podrá brindar un nivel o status social, pero nunca la verdadera felicidad.
Jack Nicholson interpreta a Warren Schmidt, un vendedor de seguros recién jubilado, que siempre ha respetado las reglas del juego. Al dejar el trabajo en el que estuvo casi toda su vida, Warren no sabe si aún sus amigos lo respetan y si su éxito laboral es perfectamente reemplazable por jóvenes con innovadoras ideas.
Casado durante cuarenta y dos años y con única hija Jeannie (Hope Davis) a punto de contraer matrimonio con un “necio”, Warren decide que lo primero que debe hacer en su nueva etapa es ayudar a los más necesitados y apadrina a un niño africano llamado Ngudu Ubu, a quien le comienza a escribir para acercarse un poco más a él, pero siempre exagerando todo aquello que tiene que ver con su vida y su trabajo.
Schmidt siente que nadie le presta la menor atención a lo que hace y está pendiente de ser de alguna utilidad para sus seres queridos. Siente un enorme vacío afectivo y ve a la persona con la que despierta cada día como una completa desconocida, de quien quiere escapar cada minuto posible.
Pero la historia da un giro, y por situaciones imprevistas, Schmidt intenta darle algún significado a su vida adelantando su viaje a Denver, en donde se casará su hija. Antes de llegar a su destino y dando todo por perdido, visita lugares que fueron claves en su vida para decidir que es lo que debe hacer de ahora en más con su vida. Emprende su camino de autodescubrimiento en la casa rodante que compró para viajar con su mujer, pero las rutas que recorre solo, en algunos momentos acompañado por diferentes personas que se le cruzan imprevistamente por su vida.
El nuevo trayecto está plagado de frustraciones, rechazos, humillaciones y fracasos. Schmidt se da cuenta de que en tantos años de vida nunca ha marcado una diferencia en su vida o en la de los demás, y culpa un poco a su familia por no haber sido el empresario exitoso con el que soñaba ser.
Mientras Warren intenta encontrar respuestas a todos lo interrogantes que hay dentro de su cabeza continúa enviándole cartas al pequeño Ngudu, en quien confía ciegamente al no tener un contacto directo con él. Quizá nunca lo llegue a conocer en persona, de manera que le resulta más sencillo sincerarse, sabiendo que el pequeño no lo va a juzgar, ni le mostrará su expresión de aburrimiento, sino que imagina que simplemente estará leyendo a lo lejos cada cosa que él escriba. Probablemente Schmidt se identifica mucho con Ngudu: ambos de formas muy diferentes están solos en el mundo. El niño porque no tiene una familia que pueda contenerlo, y él porque la familia no se interesa en su vida, y salvo los cheques que él brinda no hay nada en común con su grupo de pares.
La genialidad de esta película consiste en despertar en el espectador unos sentimientos totalmente contradictorios como, por un lado, la tristeza de un personaje solo, deprimido, triste, traicionado, vacío, no valorado, molesto y , por otro, nos despierta ternura, compasión, proximidad al protagonista y comicidad y risas en situaciones realmente patéticas y deprimentes. El director consigue aparentar una sencillez en la trama que esconde un estudio minucioso de las situaciones para conseguir unificar estos sentimientos tan antagonistas y encontrados. Todo un logro con un reparto de lujo
Algo que es muy interesante en la historia es como aquellas actitudes que al principio lo irritaban de sus seres queridos, son adoptadas como propias como una manera de no sentirse tan solo y acercarse a quienes no están en su vida.
Warren termina el viaje sin lograr los objetivos que se propuso en el camino y piensa que no le quedan más esperanzas de ser recordado por quien es. Pero como en la mayoría de las historias habrá una luz al final del túnel, y el protagonista tendrá un nuevo motivo para continuar al recibir una carta de parte del pequeño Ngudu Ubu.

No hay comentarios:

Publicar un comentario